Realizamos una dinámica de grupo guiada por la última diapositiva y cuyo objetivo consistía en diseñar un plan de intervención en barrios marginales bajo la necesidad de capacitar a los jóvenes sobre el uso de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación).
El resultado fue positivo, compartir, reflexionar y debatir con los compañeros sobre distintas formas de intervención bajo paradigmas diferenciados enriquecen la formación.
Hoy he sentido que afortunadamente cada día existe una mayor concienciación en cuanto a la importancia de integrar toda manifestación cultural distinta, la diversidad está siendo enfocada desde una visión de enriquecimiento humano en la sociedad multicultural, aunque es inevitable, siempre que uno se cuestiona este tipo de realidades no confundirse con planteamientos utópicos.
Y hablo de utopía porque estudiamos la interculturalidad desde el ámbito educativo pero es una realidad social vinculada a la persona y quizás al instinto de supervivencia de la especie, por lo que requiere una actuación inteligente y consensuada para lograr resultados que atiendan a la pluralidad.
Es inevitable no hablar hoy en nuestro país de “nuevas culturas”, en las tertulias familiares, los medios de comunicación de masas, el paisaje social, etc. Pero, muchas veces tengo la impresión de que retrocedemos, ya que parece increíble que en el año 20011 sigamos hablando de nacionalismos, conflictos por el uso de las lenguas en el aula (catalán, gallego y euskera.), desigualdad de género, etc., cuando pertenecemos a una realidad más compleja que todo eso.
No se qué pasará el siglo que viene y tampoco creo que me aventure a pronosticarlo (yo pensaba que a principios del siglo XXI volaríamos…), lo que si es una realidad que nuestro mundo cambia y evoluciona (en algunos aspectos) y que debemos adaptarnos a las nuevas situaciones observándolas, investigándolas y trabajando para mejorarlas, solamente de esta forma podemos garantizar un mundo más justo y solidario.
Sería interesante educar en la interiorización y concienciación de que lo “diferente” no es motivo de inseguridad sino de enriquecimiento y está es una tarea de la que se tiene que encargar la sociedad, la escuela y la familia.